El político argentino criticó a la administración federal por decir que el ajuste lo iba a pagar la casta.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, exigió este martes al presidente de Argentina, Javier Milei, responder por los recursos que el Gobierno le adeuda a la entidad.

LEA TAMBIÉN:

Sindicatos universitarios de Argentina realizan nuevo paro de 48 horas

En este sentido se formalizó ante el Ministerio de Economía nacional, que conduce Luis Caputo, el reclamo, donde funcionarios e intendentes bonaerenses presentaron el pedido escrito.

“Hemos presentado este reclamo, no sólo en nombre de todos los que estamos acá, sino en el de los 135 intendentes de todas las fuerzas políticas y, sobre todo, de los 17 millones de bonaerenses, que son las víctimas de estos recortes despiadados absolutamente ilegales”, dijo Kicillof.

El político argentino precisó que decían que el ajuste lo iba a pagar la casta, sin embargo recalcó que “para ver sobre quién está pesando hay que ir al supermercado, a la farmacia o la estación de servicio». 

Kicillof afirmó que “el ajuste de Milei lo está pagando nuestro pueblo y por eso vamos a seguir reclamando que se respeten los compromisos con la provincia”, al tiempo que remarcó que Buenos Aires es la provincia más austera de la Argentina.

Refirió que su provincia es “la segunda que menos trabajadores estatales tiene por habitante; la que concentra la mayor parte de la actividad y la que menos fondos recibe a pesar de sus enormes necesidades”.

La paralización de la construcción de más de 16.000 viviendas con fondos nacionales, dejando a familias bonaerenses sin su sueño, y 40.000 personas desocupadas ha dejado el gobierno de Milei, de acuerdo con la denuncia del subadministrador General del Instituto de la Vivienda de Buenos Aires, Hernán Ralinqueo.

Por otra parte, un nuevo paro universitario se prepara. Esta vez tras la acumulación salarial de docentes del 61,4 por ciento, con una inflación acumulada desde diciembre que supera el 100 por ciento.

En lo que va del año, los empleados universitarios perdieron entre el 40 y 45 por ciento de su poder adquisitivo.

EN ESTA NOTA: